Con gran ilusión nos congregamos en el punto de origen de nuestro viaje. Por la noche casi no pudimos dormir, de la ilusión. Nos despedimos de nuestros padres con alegría y un puntito de nervios.
Comenzamos el viaje y, aunque largo, se nos hizo muy llevadero: música, charlas con los amigos, cantos y película. Comimos en el camino y compartimos espacio con arañas, hormigas, avispas… fueron nuestros compañeros de comida. Pudimos jugar un rato y, de nuevo, vuelta al autocar con destino Mestas de Con.
Al llegar nos acogieron muy bien y ya hablándonos en inglés. Nos enseñaron nuestras habitaciones, nos hicieron la prueba de nivel para formar los grupos y merendamos. Jugamos hasta la cena.
En la mesa comimos los compañeros de habitación de ambos colegios. Y tras la cena, la velada. Allí aprendimos los nombres de todos nuestros nuevos amigos.
Y ya, cansados del día tan intenso, nos retiramos a dormir.
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